Paisaje
El campo
de olivos
se abre y se cierra
como un abanico.
Sobre el olivar
hay un cielo hundido
y una lluvia oscura
de luceros framp;iacute;os.
tiembla junco y penumbra
a la orilla del ramp;iacute;o.
Se riza el aire gris.
Los olivos,
estamp;aacute;n cargados
de gritos.
Una bandada
de pamp;aacute;jaros cautivos,
que mueven sus larguamp;iacute;simas
colas en lo sombramp;iacute;o.